Fuente: LaOpinióndeMálaga.es

La presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Trinidad Fernández-Baca, se mostró preocupada por la debilidad que está mostrando el comercio local en el Centro Histórico, ante la falta de apoyo a los nuevos emprendedores, los altos alquileres y la prevista revisión de los arrendamientos antiguos en 2014.

Fernández-Baca puso de relieve los beneficios de disponer de una amplia variedad de marcas conocidas en el Centro Histórico, ya que «hay mucha gente que busca determinadas marcas y eso es bueno porque atrae mucho público». De hecho, hay grupos de turistas que buscan tiendas como Zara, Mango, Desigual o Bershka, como es el caso de los chinos o los japoneses, como asegura la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro. Sin embargo, advierte de que la desaparición del comercio tradicional «será negativo a medio plazo para la oferta del Centro, ya que no habrá una oferta diferente a la que pueda haber en otros sitios».

Los altos alquileres que se están cobrando en determinadas calles es una de las razones que apunta a que el inversor local se vea desplazado de estas calles. «Las grandes firmas quieren estar en la calle Larios o la plaza de la Constitución porque es el escaparate de una ciudad turística como Málaga, por eso son capaces de pagar 40.000 euros de alquiler mensual por un local y el resto de los gastos, aunque no les salga rentable», apunta Trinidad Fernández-Baca, quien subraya que estas marcas «pueden asumir pérdidas» con tal de mantener su imagen en estas calles.

En este punto, Fernández-Baca recordó que en 2014 se negociarán las rentas antiguas, que están protegidas hasta ese año por ley. En ese momento, «si se llega a un acuerdo con el propietario, el alquiler subirá y habrá que asumir ese gasto, pero si no hay acuerdo, muchas tiendas pequeñas y tradicionales tendrán que cerrar porque muchos hijos no estarán dispuestos a sacrificarse para seguir con el negocio que abrió su abuelo o su padre». Además, insiste en la falta de apoyo a los emprendedores, que para abrir una tienda «tienen que invertir 80.000 ó 100.000 euros, pero no tienen ayudas».