Fuente: MálagaHoy.es

El mismo día en que el equipo de gobierno del PP sacó adelante, en solitario, el mayor plan de ajustes en la historia de Málaga, que mermará sensiblemente la capacidad inversora del Ayuntamiento de la ciudad y le obligará a ahorrar 160 millones en los próximos cinco años, el alcalde, Francisco de la Torre, anunció su intención de rebajar de forma «significativa» lo que le cuesta a los ciudadanos aparcar en zona azul.

Entre las variaciones que los responsables municipales introducirán en la actual ordenanza de SARE está la ampliación del límite máximo de tiempo a dos horas, media hora más que en el momento actual. Esta franja le costará a los usuarios 1,6 euros, cuantía inferior incluso a los 1,9 euros que ahora tienen que abonar por hora y media.

El paso adelante dado por el regidor parece producirse en respuesta a las críticas suscitadas por la extensión de la zona azul a los barrios de La Malagueta y El Perchel, acción que para los grupos de la oposición tiene claros tintes recaudatorios. Ante estos argumentos, De la Torre opta por minimizar el coste de aparcar en los espacios regulados de la ciudad, que acogen 2.180 plazas de estacionamiento.

La iniciativa, cuyo efecto, a priori, se dejará notar a partir del 1 de enero de 2013, no sólo afecta al tiempo máximo, sino también a las fracciones inferiores que permite este sistema de aparcamiento. Según desvelaron desde el Consistorio, la hora de estacionamiento pasará de 1,30 euros a 1 euro, mientras que los 90 minutos, de 1,9 euros a 1,3. «Vamos a tener dos horas por menos precio de lo que ahora vale hora y media; más tiempo por menos dinero», explicó De la Torre, que apuntó que la media hora del servicio se minimizará en unos 5 céntimos respecto a las tarifas actuales. De 0,35 euros, a 0,3 euros.

«Con ese dinero se cubren los gastos de personal, las máquinas y la pintura; si las cuentas lo permiten, en otro año habrá otra reducción», insistió el alcalde. El regidor insistió en la línea argumental del Ayuntamiento en las últimas semanas. «Nunca ha habido afán recaudatorio en poner unos espacios nuevos atendiendo una demanda que siempre ha habido de ciertos vecinos y comerciantes; en ese tema nunca lloverá a gusto de todos, pero si la gran mayoría cree que es beneficioso porque los residentes pueden aparcar con facilidad a un precio más reducido», insistió.

El plan municipal, como desveló la pasada semana el concejal de Movilidad, Raúl López, incluirá acciones en beneficio de los comerciantes situados en las proximidades de zonas SARE que no pueden, como los residentes, dejar su coche durante todo el día por una mínima cantidad. Para ellos se prevén bonos «baratos» en los aparcamientos de Smassa, caso de Cervantes, Salitre o los del Centro.

«La idea es que puedan tener un sistema de compensación los titulares de los comercios; son los que podrían decir que viven fuera, que no pueden tener la tarjeta de residente, que no pueden venir a pie… Hay que buscar una forma de compensación para los que pueden ver en el SARE un inconveniente, porque el SARE es bueno para el comercio en cuanto a que el comprador puede ir con más facilidad y es muy bueno para el residente porque tendrá su plaza a un precio simbólico», afirmó.

El cambio en la ordenanza incluye otros preceptos. Por ejemplo, los residentes que quieran dejar su coche toda la semana estacionado tendrán que abonar 1 euro desde enero de 2013 y no 1,5 euros, mientras que si sólo aparcan un día pagarán 0,20 euros, 10 céntimos menos que en la actualidad. Además, se da la opción a los residentes a que dispongan de tantas tarjetas SARE como vehículos. Otra novedad es que se acorta de diez a tres los días que el usuario tendrá para cancelar las denuncias. Asimismo, se da cobertura a los vehículos eléctricos, que podrán estacionar por 0,90 euros la hora.