La precarización de la contratación en la provincia de Málaga alcanza niveles nunca conocidos en los últimos diez años. Un informe elaborado por el sindicato Comisiones Obreras sobre esta materia, en el que se recopilan datos desde 2003 hasta el pasado mes de septiembre, pone de relieve el efecto negativo que, según el colectivo, están teniendo las últimas reformas laborales impulsadas por el Gobierno central (la primera en época de José Luis Rodríguez Zapatero y la segunda ya con Mariano Rajoy, vigente desde febrero) sobre el tejido laboral de la provincia.

Al punto de que mientras cae el porcentaje de contrataciones indefinidas en los primeros nueve meses del año, con apenas el 5,2% de las poco más de 400.000 contabilizadas, crece de manera considerable el de vínculos a tiempo parcial, que a septiembre de este año suponían el 38,4% del total de contratos, 18 puntos más que en 2003.

«Nunca había habido una tasa de contratos a tiempo parcial tan elevada como ahora; la crisis agudiza esta situación», expuso Antonio Turmo, el responsable del Gabinete Técnico del sindicato, que vaticinó que la situación «irá a peor» en los próximos años. «Si nadie lo remedia este tipo de contratos irán a más», añadió. Y ello, apostilló, fruto del nulo efecto de las medidas puestas en marcha en los últimos años por el Ejecutivo central.

De acuerdo con el trabajo de CCOO, tanto en 2011 como en lo que llevamos de 2012 se observa un aumento de las contrataciones, si bien este incremento en los números no está ligado a una mejora de las condiciones laborales. Entre enero y septiembre de 2012, las contrataciones crecieron un 2,3%, mientras en Andalucía y España cayeron un 5,4% y un 5,8%, respectivamente. Pero ¿qué tipo de contratos?. En ello abundó Turmo, para el que el gran déficit en la provincia es que este índice aumenta a costa de las contrataciones temporales, apartado que ha registrado una subida del 3% sobre el ejercicio pasado, mientras las indefinidas se desploman un 10%.

El responsable sindical precisó que el marco de la contratación indefinida, la opción de jornada completa es la que más sigue disminuyendo, con un 13,2% en los primeros nueve meses del ejercicio, tendencia que se modera en el caso de la jornada parcial, con un 3,2%. Otro detalle en el que hizo hincapié es el relativo a la feminización de los contratos a tiempo parcial. Según las estadísticas, las mujeres representan el 48,6% de todos estos vínculos en la provincia, doce puntos más, por ejemplo, que en 2007. «Se confirma lo que venimos denunciando desde hace tiempo, que las soluciones que se vienen planteando no favorecen nada, porque se está destruyendo empleo indefinido», añadió.

Por sectores, la contratación vuelve a desplomarse en la construcción, con una reducción del 19,2% hasta septiembre, diez puntos más que en 2011, mientras que crece en un 33% la agricultura, lo que da muestra del evidente trasplante de obreros al campo ante la imposibilidad de continuar en su actividad. El ladrillo apenas acapara a día de hoy el 9,3 de los contratos, frente al 71,1% que representa el sector Servicios y el 15,5% de agricultura.

Capítulo aparte merece el análisis que el sindicato hace de los jóvenes de menos de 25 años. Los datos sobre este grupo de la población son demoledores, puesto que permiten concluir que hasta septiembre apenas el 17,2% de los contratos contabilizados tenía este grupo como destinatario, dato que contrasta, por ejemplo, con el 26,5% de 2007 o el 29% de 2003.

A ello se suma el tipo de relación laboral al que quedan relegados, por cuanto el 54,2% de estos vínculos son eventuales, creciendo respecto a 2011, y un 31,3% de obras y servicios. Los indefinidos apenas representan el 4%. «La realidad es que los jóvenes o no consiguen un trabajo o se ven obligados a emigrar o tienen empleo de baja cualificación, a pesar de estas bien formados», comentó Antonio Herrera, secretario general de CCOO en la provincia.

Muestra de que buena parte de los contratos registrados están vinculados con ocupaciones escasamente cualificadas es que el 65,5% de los contratos registrados en 2011 estuvieron relacionados con ocupaciones elementales (limpieza, peones de construcción o de agricultura…) y trabajadores de los servicios. Situación que se mantiene intacta en los nueve primeros meses de la actual anualidad.

Al tiempo, Turmo explicó que de los 536.614 contratos de 2011, la mitad estuvieron concentrados en diez ocupaciones, tales como camareros (54.083), peones agrícolas (50.060), personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos (46.519), vendedores de tiendas y almacenes (33.642) y albañiles (22.862), entre otras.

Fuente: MálagaHoy.es