El comercio de Málaga se adapta a los nuevos tiempos. La campaña de Navidad será el punto de partida del reto marcado por el Ayuntamiento para revitalizar un sector que, como otros tantos, no pasa por su mejor momento. «El objetivo es que el Centro esté lleno de vida los domingos y festivos, con tiendas abiertas para que turistas, cruceristas y familias malagueñas hagan en él sus compras aprovechando su tiempo libre», explica la concejala de Promoción Empresarial y Comercio, Esther Molina. La medida impuesta por el Gobierno, responde a una demanda histórica del Consistorio que siempre ha defendido la liberalización horaria de algunos países europeos.
Para ello, el Ayuntamiento perfila el área de especial afluencia turística demandada a principios de julio por el Estado, que incluyó a la capital de la Costa del Sol entre las 14 ciudades que habilitan a sus establecimientos para fijar el horario de venta al público. Si lo desean, podrán abrir las 24 horas del día, una posibilidad reservada hasta hoy a los comercios de menos de 300 metros cuadrados.
Molina confirmó a SUR que la zona estará definida en diciembre con la idea de que las tiendas aprovechen la campaña navideña, la más golosa del año. «Sabemos que el empresario lo está pasando mal y falta empuje para adaptarse a las demandas actuales pero hay que hacer un esfuerzo. Llevamos medio siglo con los mismos horarios, con la misma forma de vender y la vida, las necesidades de la sociedad, han cambiado. Por eso hay que ver la normativa como una oportunidad y nunca como una amenaza porque está enfocada a dinamizar el pequeño comercio», dijo Molina.
Decisión consensuada
Así, la responsable de Comercio afirma que la zona de interés turístico sigue definiéndose, «buscando el consenso con empresarios y asociaciones de comerciantes, pero principalmente beneficiará al Centro Histórico y Muelle Uno, por razones obvias». Tampoco se descarta que a corto plazo puedan incorporarse los barrios que así lo demanden.
Molina aclara que serán los consumidores serán quienes definan el nuevo modelo comercial. «Es cuestión de tiempo, no se trata de trabajar más, sino de racionalizar los recursos existentes», comenta la edil respondiendo a las críticas que sindicatos, administración regional y asociaciones de comerciantes han hecho sobre la medida.
Desde el Ayuntamiento insisten en que cada comerciante cuyo negocio esté dentro de la zona de especial afluencia de visitantes es libre de decidir si abre domingos y festivos, y en qué horario lo hace. No se trata de una obligación. «Sin ir más lejos, este verano los locales comerciales de Muelle Uno solicitaron abrir hasta las once de la noche, ya que la clientela era más numerosa al caer la tarde, mientras por la mañana las ventas eran escasas», subraya la concejala.
Al contrario de la postura defendida por la Junta de Andalucía -que considera que la libertad horaria beneficiará solo a las grandes superficies con recursos para abrir más días y más horas- Molina confía en que la nueva legislación fomente el consumo en los negocios tradicionales, que ofrecen algo distinto a las franquicias, «como se ha demostrado en Madrid».
«Los consumidores dispondrán de mayor libertad de horarios para realizar sus compras y a largo plazo estoy convencida de que contribuirá a generar inversión y empleo y potenciará la iniciativa empresarial», concluyó la edil. Los cambios exigidos por el Gobierno incluyen además otras novedades que está estudiando el Ayuntamiento malagueño, como fijar el calendario de rebajas cuando deseen los comercios al margen del establecido en invierno y verano.
Fuente: DiarioSur.es