Aquel 26 de enero de 2006, dos carteles, en las calles Villanueva del Rosario y María Moliner, próximas a la avenida de Molière, señalaban el comienzo de las obras del suburbano. Este mes, siete años después de aquel hito, la obra civil para la construcción de los túneles y las estaciones de las líneas 1 y 2, unidas en el intercambiador del Perchel, se dará definitivamente por terminada.Atrás han quedado las calles abiertas en canal; los desvíos de tráfico que se eternizaban, para desesperación de vecinos y comerciantes; y la sempiterna bronca institucional entre Ayuntamiento y Junta. Ahora, salvo por el tramo de Callejones del Perchel, solo quedan como testigos dispersos un puñado de ‘New Jerseys’, los pilones de plástico, blancos y rojos, que se utilizan para delimitar las zonas de obra en las calles.
La Consejería de Fomento de la Junta tiene previsto que Metro Málaga cierre en los próximos días las dos últimas rampas de excavación que quedan, y que se sitúan una frente a la otra en la avenida Juan XXIII. A partir de ese momento, una persona podrá ir caminando desde el palacio de los deportes Martín Carpena hasta la facultad de Medicina, en el campus de Teatinos, sin tener que salir en ningún momento a la superficie. Son doce kilómetros en total.
No pudo ser el recurrente 11 del 11 de 2011; y tampoco será en febrero de 2013. Pero a la tercera va la vencida. A tenor del nivel de avance en la que se encuentran las obras de la línea 1 (Teatinos) y el intercambiador del Perchel (la línea 2 ya se da prácticamente por acabada) todo apunta a que, esta vez sí, será posible poner a rodar los trenes en el recorrido en ‘U’ (desde el Martín Carpena hasta el campus universitario, con parada junto a la estación de Renfe) dentro de un año exacto.
Un total de 1.351 profesionales (sin contar los del eje Renfe-Guadalmedina, que da trabajo a otros 222 técnicos) se afanan por revestir las pantallas desnudas e instalar el mobiliario en los vestíbulos. Mientras, esta misma semana se han empezado a colocar las vías en la línea 1 (concretamente, en la zona de Juan XXIII y La Unión); y después lo hará la catenaria, aunque estas tareas son mucho más rápidas que la fase de infraestructura. De manera que, al ritmo actual, en poco más de siete meses (en torno al próximo verano) debe quedar todo listo para arrancar con las pruebas de circulación: la verdadera cuenta atrás para la inauguración. El grado de ejecución global del conjunto (obra civil, arquitectura de estaciones, implantación de sistemas e instalaciones ferroviarias) supera el 71%, según los datos aportados por el departamento que dirige Elena Cortés.
Oferta de empleo
La línea 2 ya está concluida, a falta de pequeños detalles de arquitectura en algunas estaciones; mientras que en el tramo en superficie de la línea 1 (a su paso por el campus y la zona de la ampliación) también ha terminado la obra civil y la electrificación está muy avanzada, pues sólo resta el tendido de la línea aérea de contacto, que se pondrá solo días antes de las primeras pruebas (para evitar posibles robos). A ello, se añade la colocación de las marquesinas de las cinco paradas en superficie (que se acometerá también a lo largo del próximo año). Por último, tanto el recinto de talleres y cocheras como el edificio corporativo y de puesto de mando, en Los Asperones, también están concluidos. Allí se ubica la sede de Metro Málaga.
Por encima de los porcentajes de ejecución, la prueba más convincente de que tanto la Consejería de Fomento como la concesionaria van en serio con su apuesta por abrir al público el suburbano malagueño a finales del año que viene es la reactivación de la oferta de empleo, que se había pospuesto desde que se hizo la primera convocatoria, para contratar a seis directivos, en marzo pasado.
La segunda fase del proceso de selección, que se ha cerrado este fin de semana, contempla 95 plazas, en una de las ofertas más abundantes de cuantas se han producido este año en la provincia, y está plenamente enfocada a la explotación comercial de las líneas 1 y 2 del ferrocarril metropolitano hasta el intercambiador del Perchel, que es el punto donde confluyen ambas líneas. Por ello, la mayoría de los puestos van dirigidos a contratar a operadores de línea (conductores de trenes y supervisores de estaciones, 63 en total); y técnicos de operaciones (20, que trabajarán en el puesto de mando central); además de especialistas para varios departamentos (comercial, salud laboral, oficina, sistemas, administrativos, secretarios; comunicaciones, instalaciones electromecánicas y atención al cliente).
Todavía se espera una tercera convocatoria, que se producirá a principios del próximo año, hasta sumar un total de 118 empleos directos solo en la explotación en ‘U’, mientras que la plantilla indirecta (seguridad, limpieza, mantenimiento) sumará una cifra equivalente.
El corazón del metro
El punto más complejo de esos 12 kilómetros de líneas es el intercambiador del Perchel, conocido a nivel interno como «solución C-Plus». La dificultad de esta infraestructura, auténtico corazón del metro, marcará los plazos de toda la obra, de manera que los trenes Urbos 3 de la flota del suburbano podrán hacer el recorrido completo tan pronto como acabe de edificarse. La obra civil ya está terminada y para dar forma a sus 680 metros de longitud (12.000 metros cuadrados de superficie) han sido necesarios 91.000 metros cúbicos de hormigón y once millones de kilos de acero.
En estos momentos se avanza en la arquitectura y, en breve, se acometerá el montaje de las vías y la electrificación. En España no existe ninguna instalación de este tipo, que permite que los viajeros de Carretera de Cádiz cambien al tren que los llevará hasta Teatinos en el mismo andén (o viceversa); esto es, sin necesidad de subir ni bajar escaleras. Recientemente, las obras recibieron la visita del ingeniero Javier Bustinduy, que ideó la fórmula.
SUR también ha tenido la oportunidad este mes de conocer el complejo nudo de comunicaciones, cuyo vestíbulo subterráneo, con 90 metros de largo y 18 de ancho (el mas amplio de los existentes) recibió en su día el apelativo de «la catedral del metro», por la profusión de columnas que lo forman. Desde este punto, si se desciende al andén menos uno, el tren que viene desde el palacio de los deportes se encontrará al que sigue hacia la Universidad. En el situado en la planta menos dos ocurrirá al contrario: el tren que viene de Teatinos parará y el viajero, en un salto, se subirá en el que sigue hacia la avenida de Velázquez. Este nivel se encuentra a 18 metros bajo la calle, la cota más baja a la que estará cualquier viajero del suburbano de Málaga.
‘Scalextric’ de rampas
A ojos del profano, los carriles que acceden hasta este punto se asemejan a un gigantesco ‘scalextric’, con cuatro rampas ascendentes y descendentes, de pendiente suave (del 30 por 1000) que es perfectamente asumible para los trenes Urbos 3 (en Zaragoza los mismos funcionan con el 70 por mil). Esos movimientos son los que permiten que los convoyes se sitúen en los andenes superiores o inferiores, en función de su destino.
En esta primera fase de explotación, con las dos líneas unidas pero sin enlace hacia el Centro, la compleja solución técnica aún no estará operativa, y no será necesario cambiar de tren. De hecho, técnicos de Metro Málaga aclaran que el metro va a funcionar realmente como si fuera una única línea, por lo que seguirá directo desde el Martín Carpena hasta la Universidad, y viceversa. Así sucederá durante el primer año de servicio, mientras que cuando llegue hasta la estación Guadalmedina (a finales de 2014) ya sí tendrán que operar de forma independiente, y es cuando comenzarán a producirse las correspondencias.
La entrada a la estación El Perchel se producirá por tres bocas: la principal está ubicada en la Explanada de la Estación, junto a los pabellones históricos (recién rehabilitados). La segunda, desde la calle Roger de Flor, que conectará con la estación de autobuses; y también habrá un acceso directo al vestíbulo de Vialia, que se ejecutará en convenio con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). El pasado jueves comenzaron a instalarse las escaleras mecánicas.
Una nueva forma de viajar
En todos los casos, los flujos serán muy directos, intuitivos, de manera que se facilite al usuario el mejor camino hacia su tren. En este espacio se situará también el punto de información general del metro. Todavía hay una cuarta salida, que se quedará preparada en previsión del intercambiador de transportes que planea hacer el Ayuntamiento, pero de momento no se abrirá y se utilizará solo como salida de emergencia (al ser una estación muy grande y con cuatro vías se han duplicado las vías de escape).
La apertura del metro supondrá una nueva forma de desplazarse por los barrios por los que discurre, más rápida y, sobre todo, más puntual, en la medida en que no está sujeto a las inclemencias del tráfico (al menos en la mayor parte de su itinerario). Inicialmente, está previsto empezar a operar con las siete unidades de Urbos 3 que ya están en Málaga, con frecuencias que irán desde los cuatro minutos en las horas punta, con mayor demanda (como las de entrada y salida a los centros de trabajo); hasta los seis en horario valle (cuando hay menor afluencia).
Con esta operativa, se logran tiempos de trayecto en el entorno del cuarto de hora de punta a punta del circuito; y de los diez minutos para alcanzar el punto medio (la estación María Zambrano). A modo de ejemplo, un viajero que lo use para ir desde el Palacio de los Deportes hasta el Clínico tardará 15 minutos y 20 segundos. Serán 14 minutos desde la última parada de la Carretera de Cádiz hasta la facultad de Derecho de la UMA. 18 minutos y medio para el trayecto completo de las dos líneas (de Palacio de los Deportes a Andalucía Tech, en la zona de la ampliación de Teatinos). Mientras que cruzar toda la Carretera de Cádiz supondrá poco más de siete minutos; y 11 minutos con 20 segundos para cubrir la línea 1 completa (desde la ampliación de Teatinos hasta el intercambiador del Perchel.
Esta será, al menos durante el primer año de vida del suburbano, la parada más céntrica. Las obras en la calle Callejones del Perchel y en la estación Guadalmedina (en la avenida Andalucía) avanzan con impulso renovado, gracias al trabajo de 222 profesionales. El próximo hito en este punto se producirá en torno a marzo, cuando se espera reabrir al tráfico. Posteriormente, los trabajos continuarán bajo tierra hasta finales de 2014, cuando está previsto que el primer convoy llegue hasta El Corte Inglés.
Antes de ese hito, ya con los primeros resultados de explotación sobre la mesa, habrá que decidir si el metro sigue hasta La Malagueta. Y si lo hace por encima o por debajo.