Hace más de un año, en septiembre de 2011, los responsables del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía presentaron en sociedad la segunda fase del plan acordado entre ambas administraciones para poner en valor algunos de los principales enclaves turísticos de la ciudad. Fue la puesta de largo del proyecto para peatonalizar toda la zona sur de la Catedral, planificado desde hacía dos años atrás. No faltaron las imágenes virtuales para mostrar una calle Molina Lario peatonal -solo con un carril para los coches autorizados-, con naranjos y palmeras, y una nueva plaza en la zona de la calle Cañón, con más árboles, bancos y un estanque presidido por la escultura del cardenal Herrera Oria. Aquí incluso se mostraba un metacrilato en el suelo para dejar ver los restos de la antigua muralla de la ciudad. Se anunció que la obra se contrataría a finales del año pasado, pero todo quedó en un espejismo.
La burocracia de las administraciones públicas se encargó de desmontar el discurso de los políticos y, el pasado mes de febrero, la Junta todavía reclamaba un informe del Ayuntamiento en el que se asegurara que existe una partida presupuestaria para cubrir el 40% del coste de la obra, valorada en 4,3 millones de euros. El 60% restante lo pone el Gobierno andaluz.
Llegó el informe, el expediente se completó y quedó sobre la mesa de la Consejería de Turismo el pasado mes de julio. Desde entonces, ninguna novedad al respecto de un proyecto que se anunció como de inmediato comienzo para una zona del Centro Histórico que mejoraría notablemente, como ya lo han hecho las peatonalizadas gracias a este plan conjunto de la Junta y el Ayuntamiento. Ejemplos de ello son las calles Císter y Molina Lario.
Comisión de seguimiento
Fuentes de la consejería consultadas por este periódico apuntaron que este proyecto está pendiente de verse en una comisión de seguimiento de los planes turísticos que la Junta tiene en marcha por toda Andalucía. «La inversión está prevista, pero este tipo de cuestiones avanzan en función de las comisiones de seguimiento», indicaron. Es decir, que todavía no tiene la luz verde definitiva.
A nadie escapa que el actual contexto económico de las administraciones públicas, del que no escapa la regional, les obliga a priorizar y seleccionar las inversiones pendientes de acometer. No obstante, en este caso, se trata de una actuación perfectamente definida y acordada entre el Ayuntamiento y la Junta. De hecho, sus planos están colgados desde hace meses en la web municipal.
En ellos puede contemplarse un nuevo pavimento para las calles Postigo de los Abades y Molina Lario en mármol de color crema-ámbar. Una de las zonas que experimentará una mayor transformación es la parte junto al ábside de la Catedral, donde desaparecerán las zonas ajardinadas que lo ocultan ahora. La estatua del cardenal Herrera Oria quedará más visible, presidiendo un estanque de forma escalonada. Habrá también una hilera de bancos para contemplar el principal monumento religioso de la ciudad.
Aparcamientos
La obra supondrá el traslado de la actual parada del bus turístico y de los coches de caballos que hay junto a la Catedral a las inmediaciones del hotel Málaga Palacio, donde la parte de carga y descarga se convertirá en un nueva parada de taxi. También desaparecerán los estacionamientos de esta zona, en la que el tráfico quedará restringido únicamente a residentes y usuarios de los edificios de aparcamientos.
Frente al hotel Málaga Palacio se proyecta una rotonda que servirá para canalizar el tráfico de la calle Cortina del Muelle, que pasará a ser de doble sentido de circulación, y el procedente de la plaza del Obispo, para lo que se dejará un carril en el tramo de Molina Lario desde la plaza del Obispo hasta la plaza de la Marina. Además de esta vía y de la de Postigo de los Abades, también se actuará en las de Cañón, Juan de Málaga y Charlie Rivel.
Fuente: DiarioSur.es